La Biblia tiene mucho que decir acerca del ayuno: es un signo de penitencia practicado por individuos o grupos de personas en el Antiguo Testamento. Jesús, como parte de su preparación espiritual, fue al desierto y ayunó 40 días y 40 noches. También elogió el ayuno como una práctica continua para sus discípulos en el Sermón de la Montaña.
Si bien el ayuno a menudo se asocia con la Cuaresma, los/as metodistas nunca han limitado el ayuno a la Cuaresma. Las Reglas Generales recomiendan el "ayuno o la abstinencia" como parte de las ordenanzas de Dios a las que todos/as los/as metodistas están llamados/as a practicar cuando puedan. El ayuno por lo general significa no comer alimentos durante un período de tiempo y la abstinencia significa abstenerse de determinados tipos de alimentos, como la carne.
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John Wesley ayunó semanalmente, desde el jueves al atardecer hasta recibir la comunión el domingo, como la Iglesia de Inglaterra esperaba que hiciera su clero. Para Wesley, el ayuno o la abstinencia eran formas de expresar el dolor por el pecado y la penitencia por el exceso de comida y bebida. Recomendó el ayuno a todos/as los/as metodistas para dedicar más tiempo a la oración, a la vez que señaló que ambas prácticas eran más significativas cuando se combinaban con dar a los/as pobres. Al mismo tiempo, aconsejó precaución contra el ayuno extremo e instó a las personas con salud frágil a no ayunar dejando de ingerir alimentos.
La Iglesia Metodista Unida no tiene una guía oficial sobre cómo las personas deben observar el ayuno o la abstinencia. Muchos/as eligen ayunar de la comida, pero el ayuno o la abstinencia pueden incluir la restricción de actividades como mirar televisión, ir de compras o participar en redes sociales. Algunos/as optan por regalar ropa u objetos, dar tiempo como voluntarios/as o aumentar el tiempo dedicado a la oración. Asegúrese de consultar con su médico antes de intentar un ayuno total (sin comida, solo agua) durante más de 24 horas.
Cuando o como sea que ayunemos, los/as metodistas unidos/as lo hacemos para reorientarnos lejos de las compulsiones y distracciones externas, y así tener más espacio en nuestras vidas para el amor de Dios, que se desborda en amor para cada prójimo/a.
Obtenga mayor información en estas lecturas:
• Más allá del ayuno: 10 consejos para una Cuaresma más significativa
• Desconexión, Ayuno y Prácticas Ancestrales
• Podcast de Compass: ¿De qué se trata la Cuaresma?
• Ayuno: una 'nueva' disciplina para un nuevo año
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* Este material fue producido por Pregunte a La Iglesia Metodista Unida, un ministerio de las Comunicaciones Metodistas Unidas.
** Leonor Yanez es traductora independiente. Puede escribirle a IMU Hispana-Latina @umcom.org. Para leer más noticias metodistas unidas, ideas e inspiración para el ministerio suscríbase gratis al UMCOMtigo.
