El amor se hace presente

Los grupos Nacionalismo Blanco y Supremacía Blanca organizaron dos manifestaciones con el lema “La Vida de los Blancos Importa”. Se planeaba llevar a cabo estos eventos en el centro del estado de Tennessee, en octubre del año 2017. Pero el asunto no salió como se había planeado. ¿Por qué?

Yo me fui a meter a un mitin de contra-protesta en Murfreesboro, Tennessee. Asistí sintiendo mucha incertidumbre en cuanto a qué pasaría. Los objetivos no estaban claros. No sabía qué actividades se estaban planeando o qué papel tendría que jugar en el asunto. Ni siquiera sabía si sería algo inofensivo.

Recordaba las confrontaciones que ocurrieron en eventos similares en Charlottesville, Virginia. Sentí menos miedo cuando vi que los organizadores de la contra-protesta empezaron a formar barricadas con grandes camiones entre nuestro lugar y la calle.

Había un ánimo peculiar entre la gente reunida. Había mucha gente sonriendo, lo cual redujo mi temor. Pronto me di cuenta que esta no era una turba enfurecida en busca de confrontación. Era una reunión para compartir amor.

Los grupos Nacionalismo Blanco y Supremacía Blanca habían elegido el centro de Tennessee para su protesta porque pensaron que allí los apoyarían. Pero nuestro grupo asistió para decir “apoyamos el amor”.

El organizador Abdou Kattih clarificó los objeticos de la contra-protesta, haciendo notar que no recibiríamos a los nacionalistas y supremacistas con la misma hostilidad que ellos manifiestan. Por el contrario, los recibiríamos mirándolos con lástima y con la esperanza de que llegaran a ser personas capaces de amar.

Nuestro trabajo era mostrar amor. “Hoy no marchamos en contra de ellos”, dijo el líder, “marchamos a nuestro favor”.

Ese día había pensado quedarme en casa. Me parecía sabio dejar a la gente de la Supremacía Blanca predicando su odio en un lugar vacío sin nada de gente. ¿Qué ideas podrían diseminar si no había nadie presente?

Pero el amor tampoco se puede experimentar en el vacío. Esta contra-protesta era la oportunidad para predicar amor en frente del miedo y el odio.

Cientos de personas asistieron a la contra-protesta. No hay números oficiales, pero calculé unas 500 personas. Era un buen grupo.

Estoy contento de haber asistido. Le agradezco a todos los que vinieron, porque al asistir todos formamos un lugar para el amor.

Hay poder en hacerse presente, incluso cuando uno no está seguro de qué ocurrirá.

Creo que la presencia de Dios estuvo allí. Se dice que donde hay dos o tres reunidos, allí está Dios. Si Dios es amor, esto es realmente cierto.

El amor estaba sin duda presente esa mañana, y la presencia del amor creció todo el día. Había un espíritu que se movía en la comunidad. Era un espíritu contrario a las intenciones del Nacionalismo Blanco y la Supremacía Blanca.

A medida que nuestro grupo de contra-protesta llenaba las calles, el número de nuestra gente crecía. Mucha gente que simplemente pasaba en su automóvil por el área se sintió obligada a unirse a la marcha del amor. Otros nos apoyaron tocando sus bocinas y haciendo el signo de paz con sus manos.

Los medios noticiosos se presentaron y la gente transmitió en vivo lo que pasaba por los medios sociales. Todos estaban movidos por el espíritu. Y eran bien recibidos.

La confrontación que temía con la Supremacía Blanca nunca ocurrió. Después de un mitin pequeño por la mañana, cancelaron sus actividades. Quizá también sintieron el espíritu.

Como dijo el Rev. Jacob Armstrong:

“Recordaré que la gente de ‘La Vida de los Blancos Importa’ realmente no se hizo presente. Hay muchas razones que podríamos mencionar. Por cierto, se puede mencionar la respuesta de los líderes de la ciudad y la policía y la forma en que se manejó el asunto. Creo que la contra-protesta jugó un papel importante, pero lo que más creo es que el Espíritu Santo dobló sus corazones para que se devolvieran con sus automóviles. Agradecido”.

El Espíritu no trabaja en el vacío. Requiere que la gente se haga presente. Cuando asistimos, cuando atendemos a los asuntos del Espíritu, algo sin duda poderoso ocurre. Me acuerdo de esto cuando paso por momentos en que me siento desconectado espiritualmente.

Hay otra lección que aprendí de esta experiencia: El amor se hace presente.


Ryan Dunn es ministro de Online Engagement for Rethink Church. Vive en Nashville, Tennessee, con su esposa, hijo, suegra y otros familiares. No se olvide de visitar su podcast.

[Publicado 7 de noviembre, 2017]

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