Recordando la Semana Santa, celebrando la Pascua en su hogar

Las oraciones a la hora de cenar ayudan a que los niños se conecten con los eventos de la Semana Santa.
Las oraciones a la hora de cenar ayudan a que los niños se conecten con los eventos de la Semana Santa.

La Semana Santa y la Pascua de Resurrección nos entregan muchas oportunidades para recordar, meditar y celebrar en la iglesia. Los adultos pueden dedicar tiempo para orar más intensamente, estudiar y servir. ¿Pero qué puede hacer la familias con niños pequeños en su hogar durante la Semana Santa y la Pascua?

“Mientras muchas familias celebran Adviento en casa, parece más difícil observar la Semana Santa en el hogar”, nos dice Lynn Gilliam. “A fin de cuentas, resulta más fácil hablar con los niños acerca del bebé en el pesebre que de la muerte de Jesús y los eventos que causaron ese final. Pero así como la celebración de Adviento nos ayuda a prepararnos para la celebración de la Navidad, el observar la Semana Santa nos prepara para la gozosa celebración de la Resurrección”.

Gilliam fue editora en jefe de Pockets, una revista para niños publicada por el Aposento Alto, y ahora nos comparte varias ideas para ayudar a las familias a celebrar juntos, para que así la celebración se convierta en una temporada y no tan solo un día de celebración.

Prepare cenas simples. El ayuno es una de las disciplinas espirituales más antiguas, pero no es apropiada para todas las persona, especialmente niños pequeños. Sin embargo, si simplificamos las comidas podremos recordar cuán solemne es la semana que nos lleva a la puesta de sol del Sábado Santo. Una forma de hacerlo es eliminar los postres. Uno debe hablar con los niños de que renunciar a algo que disfrutamos nos recuerda de Jesús dando su vida por nosotros.

Lean juntos en la Biblia acerca de los eventos de las últimas semanas de la vida de Jesús. Los niños que ya saben leer pueden ayudar a la familia leyendo algunos pasajes.

Añada los eventos de la Semana Santa a las oraciones de la familia. Por ejemplo, uno puede orar algo como: “Dios, recordamos hoy cómo Jesús sirvió a sus amigos lavándoles los pies. ayúdanos a servir a otros también”.

Celebre en su hogar el Día de Resurrección, no solo en la iglesia. Haga pancartas con el lema “¡Cristo ha resucitado!” y cuélguelas en varios lugares de la casa. Prepare comida especial. Si puede conseguir flores, decore los lugares donde la familia se reúne. Enséñele a sus niños el saludo de Pascua: “¡Aleluya, Cristo resucitó!” y su respuesta: “¡Por cierto que el Señor resucitó, Aleluya!”

Otras ideas:

  • Renuncie a la tecnología (TV, internet, teléfonos) por algún tiempo y ocupe ese tiempo con la familia en algún servicio comunitario. (Esto es una versión del ayuno)
  • Use un estudio bíblico apropiado para la cuaresma o lea libros acerca de la Pascua.
  • Plante semillas (caléndula, petunia o césped) en una caja vacía para huevos llena de tierra. Cuando las semillas broten se convertirán en un mensaje para los niños acerca del poder de la nueva vida.
  • Consulte en Pinterest y en el internet para conseguir ideas de manualidades para la Pascua.
  • Usando Juan 13:1-11, organice una ceremonia de lavado de pies en su casa el Jueves Santo. El lavar los pies de otros puede ser una poderosa experiencia, especialmente si los niños lavan los pies de sus padres y unos a otros.
  • Miren juntos el amanecer en la mañana del día de Pascua, cuando ocurrió la resurrección.

Hablando de la Semana Santa

Durante la cuaresma, la Semana Santa y la Pascua, los niños podrían hacer preguntas difíciles en cuanto a por qué Jesús tuvo que morir o acerca de los eventos que produjeron su muerte y resurrección. Aunque los padres deberían tener cuidado de cómo le hablan a los niños de estas cosas, los niños son capaces de entender cuando uno les habla apropiadamente.

“Los niños están abiertos al ciclo de la vida y a la realidad que todo nace y muere”, afirma Melanie C. Gordon, directora del ministerio para niños de Ministerios de Discipulado. “Sólo debemos hacer que sea algo simple para ellos. Hábleles con palabras que ellos entiendan”.

Gordon añade: “Una forma de involucrar a los niños para que noten el ciclo de vida durante la cuaresma es a través de un lente de cámara en busca de imágenes que nos ayudan a volvernos a Dios”. La Conferencia Anual de la Florida invita a la gente a que publiquen fotos en los medios sociales, fotos relacionadas con sus devocionales diarios. Esta es una forma excelente de usar los medios en forma positiva”. Rethink Church está incluyendo la herramienta Lenten Photo-a-Day para este fin.

Podría ser difícil compartir con los niños la triste historia del Viernes Santo. “Hablamos del día en que Jesús murió, de que murió en la cruz y que fue doloroso”, dice Mark Burrows, director de ministerio para niños de la Primer Iglesia Metodista Fort Worth, Texas. “Pero no debemos centrarnos en lo que la gente le hizo a Jesús. Más bien, debemos centrarnos en lo que Jesús hizo por ellos. Jesús bendijo al pueblo, pidió que sean perdonados y hasta bendijo a otra persona crucificada.

Burrows le recuerda a los padres que “los niños no olvidan lo que ven o lo que escuchan. Me esfuerzo por ser honesto sin ser gráfico”. Durante estas conversaciones, es bueno recordarle a los niños que algunas veces está bien sentirse triste y de que Dios está junto a nosotros en nuestra congoja.

La Pascua es una temporada

Para continuar la celebración de toda la temporada de Pascua, Gilliam sugiere “crear un espacio de adoración familiar —una mesa, un rincón en el salón familiar, donde sea que la familia se reúna. Decore ese espacio con símbolos de vida nueva—flores, una rama en ciernes, fotos de mariposas o cachorros. Invite a los niños a dibujarlos. Después del Día de Resurrección, que la familia se reúna en ese espacio para orar juntos y leer algún pasaje bíblico acerca de los eventos ocurridos después de la resurrección.

Otra actividad importante después de la Pascua es ayudar a otros y ser bondadosos. Esto puede hacerse por medio de llevar las flores sobrantes del servicio de Pascua a la gente que está confinada en sus hogares. Envíe tarjetas para recordarle a las personas que se está orando por ellas. Hornee galletas y llévelas a los vecinos. Es bueno llevar el gozo de la resurrección a un número ilimitado de gente.

Burrows nos ofreció otra idea interesante para tener en cuenta en la iglesia.

“Cuando yo era niño”, nos dice, “una de las cosas más lindas después de la Pascua era encontrar un huevo de chocolate que fue pasado por alto. Era como si un poco de la Pascua se hubiera colado en la semana que sigue”.

“Me pregunto si deberíamos dejar unos cuantos ‘huevos de pascua’ escondidos por ahí. Notemos que el coro de la iglesia no canta todos sus grandes éxitos de Pascua en un solo domingo, sino que deja algunos para las siguientes semanas también”.

“No lo publiciten. Dejen que los miembros que vengan el domingo siguiente a la Pascua sean recompensados con algo extra. Si se hace esto cada año, la gente empezará a darse cuenta. Dirán: ‘Miren, este lugar no solo ofrece lo mejor un solo domingo al año para después volver a la rutina, sino que hay huevos de pascua esperándonos después de la Pascua’”

Cindy Solomon es consultora de mercadeo y vive en Franklin, Tennessee. Partes de esta historia son adaptaciones de artículos publicados Lynn Gillliam y el Rev. Joe Iovino es escritor de UMC.org.

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