El espíritu empodera, la iglesia autoriza: Ordenación metodista unida

En la ordenación, se ora sobre el clero metodista unido al ser instalado,es empoderado por el Espíritu Santo y autorizado por la iglesia para su vida y obra
En la ordenación, se ora sobre el clero metodista unido al ser instalado,es empoderado por el Espíritu Santo y autorizado por la iglesia para su vida y obra

La ordenación es un momento poderoso en la vida de quienes han sido llamados al ministerio especializado dentro de la iglesia. En la ordenación se ora sobre su persona, son empoderados por el Espíritu Santo y autorizados por la iglesia para su vida y obra como diácono o presbítero/a.

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El obispo ora por el clero metodista unido que está siendo instalado (como en esta foto en la Conferencia Anual Oeste de Angola en el 2006),  es empoderado por el Espíritu Santo y autorizado por la iglesia para su vida y obra. Foto de archivo por Mike DuBose, Comisión Metodista Unida de Comunicaciones.

Tras años de discernimiento con la ayuda de su congregación local, distrito y consejo del ministerio ordenado de la conferencia anual; luego de obtener una maestría; y tras un periodo de servicio supervisado en su ministerio, los candidatos se arrodillan ante su obispo para ser ordenados.

La ordenación está “anclada en el sacramento del bautismo y el ministerio de los bautizados”, indica la introducción a los Servicios para la Ordenación al Ministerio en La Iglesia Metodista Unida. Sin embargo, no es un sacramento separado en La Iglesia Metodista Unida. Los actos de ordenación, comisión, consagración y certificación de personas para el ministerio “se basan en lo que ya está implícito en el bautismo y se apoyan en el ministerio esencial dado a todos los cristianos en el bautismo”, agrega el documento.

Por Agua y el Espíritu, la declaración oficial de La Iglesia Metodista Unida sobre bautismo, describe este ministerio: “Por medio del bautismo, Dios llama y encomienda a las personas al ministerio general de todos los creyentes cristianos… Ejercemos nuestro llamado como cristianos por medio de la oración, del testimonio de las buenas nuevas de salvación en Cristo, de cuidar y servir a los demás y de trabajar por la reconciliación, la justicia y la paz en el mundo. Este es el sacerdocio universal de toda persona creyente."

El Rdo. Taylor Burton-Edwards, director de recursos de adoración en los Ministerios de Discipulado de La Iglesia Metodista Unida, aclara: “Los votos de ordenación especifican cómo las personas que entran a la orden de diácono o presbítero vivirán el pacto bautismal en vista de su obra en la vida de esa orden."

La Iglesia Metodista Unida tiene dos órdenes de clero, diáconos y presbíteros. A los presbíteros se les ordena y autoriza servir a la iglesia en los ministerios de proclamar la palabra de Dios, administrar los sacramentos, ordenar la obra de la iglesia y servir a las congregaciones y comunidades. A los diáconos se les ordena y autoriza para ministerios de palabra, servicio, justicia y compasión que conectan a las congregaciones y otros ministerios de la iglesia con sus comunidades y el mundo.

"La ordenación a este ministerio [presbítero o diácono/a], es un don de Dios para la iglesia”, afirma el Libro de Disciplina Metodista Unido."

2015 ordination service in the South Germany Conference.

Los servicios de ordenación suelen ser organizados por las conferencias anuales en torno a sus reuniones anuales, como este servicio de la Conferencia Anual Sur de Alemania en el 2015. Foto por Klaus Ulrich Ruof, Alemania.

Servicio de ordenación

Las conferencias anuales por lo común organizan servicios de ordenación en conjunto con sus reuniones anuales. La adoración se guía por “La Orden para la Ordenación de Diáconos y Presbíteros”, producida en colaboración con los Ministerios de DiscipuladoLa Junta General de Educación Superior y MinisterioLa Comisión General de Unidad Cristiana y Asuntos InterreligiososEl Concilio de Obispos y la Casa Metodista Unida de Publicaciones, tal como fue aprobada la Conferencia General.

Al principio del servicio, el obispo que oficia dirige a la congregación en el reconocimiento al ministerio común de todos los cristianos y reafirmación de sus votos bautismales. “El ministerio es la obra de Dios, realizada por el pueblo de Dios”, dice el obispo de pie junto a una fuente bautismal. “Por el bautismo todos los cristianos son hechos parte del sacerdocio de todos los creyentes, la iglesia, el cuerpo de Cristo, hecho visible en el mundo. Compartimos el ministerio de amor y servicio de Cristo para la redención de la familia humana y toda la creación."

Luego, el obispo pide a la congregación que recuerden su bautismo —es decir, que recuerden que están bautizados— y den gracias. Todos responden: “Recordamos nuestro bautismo y afirmamos nuestro ministerio común."

Ordenación

Tras la presentación de los candidatos y la proclamación de la Palabra, el obispo hace a los candidatos una serie de preguntas. El primer grupo de preguntas aborda su llamado al ministerio ordenado, su fe en el Dios trino y su confianza en que la Biblia es la única norma de autoridad para la fe y vida de la iglesia.

Luego el obispo hace varias preguntas sobre cómo vivirán su vida y obra como presbíteros o diaconisas de La Iglesia Metodista Unida. La respuesta a cada una es: “Lo haré, con la ayuda de Dios."

La persona  ordenando luego se arrodilla ante el obispo, quien impone sus manos en la cabeza del candidato y ora: “Padre Todopoderoso (Todopoderoso Dios), derrama tu Espíritu Santo sobre (Nombre) para el oficio y obra de presbítera/diácono en la santa iglesia de Cristo."

La introducción a los Servicios para la Ordenación al Ministerio en La Iglesia Metodista Unida explica la obra del Espíritu de Dios en la ordenación. “La ordenación se entiende principalmente como un acto del Espíritu Santo”, se lee. “Como acto litúrgico, la ordenación también se entiende como la oración pública de la iglesia confirmando el llamado del Espíritu a las personas y pide para ellas dones y poder para el ministerio de diácono o presbítero."

Las personas ordenadas como presbíteros y diáconos confían en que el Espíritu Santo los prepare y empodere durante toda su vida para la obra a la que están llamados. La oración del obispo se ofrece en nombre de toda la iglesia, pidiendo que el Espíritu Santo se derrame sobre la vida de quien se está ordenando.

"Creemos que la respuesta del Espíritu es ‘sí’ y que, de hecho, se derrama en ese momento”, dice Burton-Edwards.

A continuación, se colocan las manos del candidato o candidata sobre una Biblia y el obispo pone sus manos sobre las manos del ordenando, autorizándole para el ministerio en La Iglesia Metodista Unida.

Bishop and new clergy prepare to serve communion

De lo primero que muchos clérigos nuevos hacen tras su ordenación es ayudar a servir la comunión durante el servicio de adoración de la ordenación. Foto por Beth DiCocco, Conferencia Nueva Inglaterra.

Con un presbítero, el obispo dice: “(Nombre), acepta la autoridad como presbítero/a para predicar la Palabra de Dios, administrar los Santos Sacramentos y ordenar la vida de la Iglesia, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo."

Con un diácono, las palabras del obispo cambian para adaptarse a la obra de los diáconos o diaconisas: “(Nombre), acepta la autoridad como diácono para proclamar la Palabra de Dios y dirigir al pueblo de Dios en los ministerios de la compasión y la justicia; en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo."

Burton-Edwards explica este proceso de dos pasos: “El primer acto es la ordenación en sí. El segundo es la autorización para el ministerio. Se necesitan ambos —la obra del Espíritu y el apoyo de la iglesia— para fungir como diácono o presbítero en La Iglesia Metodista Unida."

Si siente un llamado al ministerio, puede aprender mucho sobre el proceso que conduce a la ordenación en la Junta General de Educación Superior y Ministerio.

*Joe Iovino trabaja para UMC.org en la Comisión Metodista Unida de Comunicaciones. Contáctalo por email.

Este artículo se publicó originalmente el 29 de enero del 2016.

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