Tanto… como

¿Es Dios poderoso o gentil? ¿Tierno o desafiante? En este tercer video de la serie “Fortaleza de la fe”, la Rev. Yebuah nos habla de nuestros conceptos de lo divino.

Este video está basado en Hebreos 12:18-29

18 Ustedes no se han acercado a una montaña que se pueda tocar o que esté ardiendo en fuego; ni a oscuridad, tinieblas y tormenta; 19 ni a sonido de trompeta, ni a tal clamor de palabras que quienes lo oyeron suplicaron que no se les hablara más, 20 porque no podían soportar esta orden: «¡Será apedreado todo el que toque la montaña, aunque sea un animal!» 21 Tan terrible era este espectáculo que Moisés dijo: «Estoy temblando de miedo.» 22 Por el contrario, ustedes se han acercado al monte Sión, a la Jerusalén celestial, la ciudad del Dios viviente. Se han acercado a millares y millares de ángeles, a una asamblea gozosa,  23 a la iglesia de los primogénitos inscritos en el cielo. Se han acercado a Dios, el juez de todos; a los espíritus de los justos que han llegado a la perfección; 24 a Jesús, el mediador de un nuevo pacto; y a la sangre rociada, que habla con más fuerza que la de Abel.

 25 Tengan cuidado de no rechazar al que habla, pues si no escaparon aquellos que rechazaron al que los amonestaba en la tierra, mucho menos escaparemos nosotros si le volvemos la espalda al que nos amonesta desde el cielo. 26 En aquella ocasión, su voz conmovió la tierra, pero ahora ha prometido: «Una vez más haré que se estremezca no sólo la tierra sino también el cielo.» 27 La frase una vez más» indica la transformación de las cosas movibles, es decir, las creadas, para que permanezca lo inconmovible. 28 Así que nosotros, que estamos recibiendo un reino inconmovible, seamos agradecidos. Inspirados por esta gratitud, adoremos a Dios como a él le agrada, con temor reverente, 29 porque nuestro «Dios es fuego consumidor» (Heb. 12:18-29 NVI)

Aquí compartimos la transcripción del tercer video de la serie

Cuando era niña en Carolina del Sur, crecí en una iglesia que usaba abanicos de papel para combatir el calor durante el verano. Muchas veces estaban impresos con propaganda de la funeraria local, o la silueta de Martin Luther King Jr., o la imagen de un Jesús nórdico con mezcla dominicana mirando a la distancia como si pensara en su futuro con cara glamorosa. ¿Podría este Jesús salvarme en una emergencia? Lucía demasiado dócil.

Bromas aparte, la forma en que imaginamos a Jesús o pensamos acerca de Dios juega una función importante en lo que creemos de Dios. Esto también es cierto de cómo veo a otras personas en mi vida. Por ejemplo, después de la elección de 2016 se me hizo difícil  ver a la gente como afable o fiel, si no sostenían los mismos valores socio-políticos que yo tenía. Aunque sé que debemos llamarnos a cuenta cuando es apropiado, también sé que es muy fácil deshumanizar a otras personas cuando somos incapaces de sostener el principio de “TANTO… COMO”.

Volvamos al tema de la imagen de Dios. Esto es lo que creo es cierto: Es difícil imaginar a Dios sin una perspectiva TANTO… COMO.

Hay algunas cosas en el carácter de Dios que son incambiables: Dios es bueno, ¡y punto! Dios es amor, ¡y punto!

PERO Dios irrumpe en la vida TANTO con poder COMO con suavidad. Dios habla TANTO susurrando COMO con la voz de trueno. Dios es TANTO una gallina que cuida de sus polluelos COMO un Dios que hace que las montañas tiemblen.

La fe en Dios requiere hacer espacio para Dios.

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